Gracias a la conectividad, la innovación se está acelerando a un ritmo increíble, pero esto es sólo el principio. La conectividad inalámbrica ha abierto un mundo de posibilidades para todo tipo de productos y cada vez se descubren casos de utilización más sorprendentes.
El IoT (Internet de las Cosas) hace referencia a una tecnología basada en la conexión a red de todos los equipos electrónicos que nos rodean, así como a la medición de parámetros externos a ellos y a la automatización de muchas de las tareas que realizamos.
En términos de negocio, los dispositivos IoT han dejado de ser un pequeño nicho de mercado, siendo una de las oportunidades de negocio más codiciadas en la actualidad. La tendencia a tener todos nuestros dispositivos interconectados junto con el abaratamiento en la fabricación de estas tecnologías está impulsando enormemente su despegue.
Evolución del número de dispositivos IoT. Fuente: IOT Analytics Research 2018
Como se muestra en la gráfica, el crecimiento de los dispositivos conectados a Internet en todo el planeta sigue una tendencia casi exponencial y se estima que en 2025 existirán más de 21.000 millones de dispositivos IoT.
A medida que las aplicaciones IoT se extienden a diferentes entornos (hogares, oficinas, entornos industriales o públicos…) empezaremos a hablar de espacios digitales. Uno de los problemas a los que se enfrenta esta predicción es el poder gestionar la ingente cantidad de datos que producen esos dispositivos y la información que se maneja y procesa en esos espacios digitales.
EDGE COMPUTING
Una de las tecnologías que va a entrar en juego con esta popularización y acogida masiva del IoT y que más va a beneficiarse del despliegue de redes 5G, es la llamada Edge Computing. Brevemente se podría definir como la tecnología que permite que los datos que producen los dispositivos IoT sean procesados en el lugar en el que se generan en vez de transmitirlos hasta un centro de datos externo o a una plataforma cloud. Esto permite reducir latencias y consumir menos anchos de banda así como aligerar el tráfico en la red y evitar posibles efectos de “cuello de botella” que se pueden ocasionar en esas plataformas y centros de datos.
Por lo tanto, se logra la valiosa ventaja de acceder de forma inmediata a los datos de los dispositivos para su análisis y evaluación en tiempo real, algo que ya se ha convertido en una necesidad sustancial en muchos sectores como el industrial, financiero, sanitario o las telecomunicaciones. La relevancia de estos cambios así como las ventajas que ofrecen impulsando la evolución de la red a nuevos niveles son ya una realidad.
SEGURIDAD
Sin embargo, los sistemas están cada vez más expuestos a nuevas amenazas. La seguridad está en el punto de mira. La necesidad de proteger de forma segura y eficiente los modelos de negocio que surgirán a medida que el IoT y las redes 5G cobren impulso, presenta tanto oportunidades como desafíos para los proveedores de servicios de comunicaciones.
El éxito en el IoT depende de ecosistemas integrados por toda la cadena de producto. Fabricantes de dispositivos, proveedores de red, proveedores de plataformas, desarrolladores de aplicaciones y usuarios finales. Garantizar la seguridad integral del ecosistema es vital. Cada vez más decisiones se basan en datos (como decisiones relacionadas con negocios, seguridad o salud). Por ello es crucial asegurar que cada dispositivo se comporte como debe y que sus datos no hayan sido manipulados.
Muchos expertos defienden que en una infraestructura de Edge Computing se incrementa más la seguridad que en un entorno cloud, ya que cuantos menos datos se transmitan a una plataforma cloud o centro de datos, menos vulnerable será dicho entorno.
Finalmente, el apostar por el uso de algoritmos de encriptación para preservar la confidencialidad y protocolos que garanticen la integridad del mensaje, asegurando en todo momento la fiabilidad y seguridad de los datos, son prácticas que deberían instaurarse, dado que las previsiones apuntan a que la nube seguirá siendo un motor del mercado IT y un campo de desarrollo fundamental en los años venideros.
Pablo Clau
Ingeniero Dpto. de Sistemas Inteligentes ELT